Desde la Portavocía de Mérida atacan a Vélez por no compartir sus criterios en el Estatuto de Capitalidad

Mérida

www.nosolomerida.es | En comunicado de prensa desde la Portavocía del Ayuntamiento de Mërida, largan estas lindezas por no compartir los criterios en los que el PP, desde el GobEx y GobMe, están desarrollando el Estatuto de Capitalidad

La maniobra de atraer la atención, de Antonio Vélez,  oponiéndose al desarrollo normativo del Estatuto de Capitalidad pone al descubierto las verdaderas intenciones del que fuera alcalde socialista de Mérida.

En su día se plegó a la voluntad de Ibarra y dejó a esta ciudad sin Estatuto, causando daños irreparables y ahora vuelve a la carga.

No han sido pocos los intentos de este gobierno de consensuar voluntades con todos los grupos políticos municipales, con el fin de no llegar con fisuras al borrador del Estatuto, y muchas han sido las reuniones donde se ha tratado este asunto, y en las que han tenido más voz los técnicos que los políticos, sobre el ámbito de competencias en la redacción de una ley pues, además, existen varios modelos para apoyar el marco jurídico del futuro Estatuto.

En este sentido, el trabajo no está terminado sino que está empezando. Lógicamente al tratarse de una ley ésta tiene un trámite parlamentario, donde el compromiso del presidente  extremeño José Antonio Monago es el de cumplir su compromiso con Mérida, pero utilizando el respaldo mayoritario parlamentario y hacerlo por unanimidad de los grupos.

En esta situación, Vélez parece no aceptar de buen grado el papel que le ha dejado la historia política de esta ciudad, el de ser el alcalde que se opuso al Estatuto cuando pudo remar en su favor  y el de desmarcarse ahora de la voluntad del consenso. Hizo oposición al Estatuto cuando fue gobierno y ahora vuelve a hacerlo desde la oposición minoritaria.

“Dime de que se trata que me opongo”, es la frase que mejor sirve de ejemplo a su desfachatez, ya sea con su oposición a algo tan sencillo como la rotonda de la calle Mirandilla como al de otorgar el auténtico rango de capitalidad a Mérida con la aprobación del Estatuto.

Vélez pretende ahora una maniobra electoral que no se comprende por incoherencia política. Nada hay contra sus aportaciones al futuro del Estatuto, pero este desmarcarse sin motivo real lo posiciona en el silencio de los que no quieren a Mérida, uno más de los pesimistas que no aportan ilusión al futuro de esta ciudad, sino intereses partidistas.

Quizás su devenir político le ha llevado a perder el rumbo; salió del PSOE y se arrimó a otros partidos hasta llegar al SIEX. Ahora con otro horizonte,  mira más por su inquietud personal y política que por los emeritenses.

Sorprende oponerse a algo que no ha nacido aún sino que está en la incubadora parlamentaria del consenso, donde la mayor parte del trabajo tiene un carácter técnico, y donde el Ayuntamiento y el Parlamento juegan un papel abierto

En esta situación el ex alcalde no ha comprendido su papel, de proponer y no de disponer. Confunde pues el valor de su aportación para sumarse al consenso, que es tan importante o más que la propia acción de votar la ley, pero quizás lo hace porque, en el fondo, es en el Parlamento donde busca su sillón para la próxima legislatura.

Oponerse a la coherencia te puede dar protagonismo, pero te resta credibilidad. Finaliza el comunicado de la Portavocía del Ayuntamiento de Mérida


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