La caída de la población activa en el segundo trimestre es preocupante

Extremadura

www.nosolomerida.es | CCOO de Extremadura señala que los datos de la EPA del II Trimestre son preocupantes y vienen a reflejar los efectos sobre el mercado laboral del confinamiento y la paralización de la actividad económica provocados por la pandemia sanitaria. Hay que prestar atención especialmente al descenso de la población activa en este periodo. El hecho de que haya disminuido esta cifra en casi 20.000 personas en Extremadura es la consecuencia de la imposibilidad de buscar empleo en estos meses.

El descenso del paro ha de interpretarse en relación a esta caída de la población activa, aunque también es cierto que el fomento en la aplicación de los ERTEs ha conseguido salvar gran parte del empleo durante este periodo, que se habría perdido de no haber puesto en marcha de manera generalizada esta medida, consensuada con los agentes económicos y sociales.

En Extremadura, la Agenda de la Recuperación firmada entre la Administración regional, la patronal y los sindicatos más representativos, ha de servir como motor para recobrar la actividad económica y el empleo y también para abrir oportunidades en el cambio hacia otro sistema productivo, porque se ha comprobado hay que ir a la diversificación de sectores y fomentar la industrialización de la región.

Extremadura necesita de mecanismos e infraestructuras que faciliten la exportación de productos, y, en ese sentido, es esencial mantener los esfuerzos en la inversión para modernizar las conexiones ferroviarias. Todos los grupos parlamentarios han de mirar al mismo objetivo, mejorar las condiciones económicas y laborales de nuestra región

La derogación de la Reforma Laboral es una exigencia que CCOO considera ahora más prioritaria que nunca, porque hunde los salarios y las condiciones de trabajo, desincentivando el consumo y la actividad económica en un momento en el que se necesita todo lo contrario. La derogación de la reforma debería ser también defendida por el mundo empresarial.

Impacto de la crisis


Los datos publicados relativos a la EPA del segundo trimestre del año recogen el impacto de la parálisis económica durante el confinamiento y las fases de “desescalada” durante el estado de alarma, vigente hasta el día 21 de junio. Estas circunstancias sin precedentes en la elaboración de la encuesta han afectado tanto a la recogida de la información como a la medición de sus variables.

Hay que tener en cuenta que las personas afectadas por ERTE, con suspensión de empleo se clasifican como población ocupada, según las especificaciones de Eurostat, siempre que exista una garantía de reincorporación al puesto de trabajo tras dicha suspensión. En el caso de las personas afectadas por una reducción de jornada también se considera como ocupadas y la encuesta refleja la reducción de horas de trabajo.

Por otro lado, y como ya se apuntaba en la EPA del primer trimestre del año, el cese de muchas actividades y el confinamiento de la población durante el estado de alarma, ha impedido a muchos trabajadores que han perdido su empleo realizar una búsqueda de empleo de manera activa o tener una disponibilidad para trabajar. El incumplimiento de alguna de estas condiciones, determina que a esa persona se le clasifique como inactiva en lugar de parada.

Teniendo en cuenta estas consideraciones podremos comprender mucho mejor los resultados que se han producido en los datos, facilitando su interpretación.

Resultados trimestrales


El número de personas ocupadas en Extremadura baja en 4.500 respecto al trimestre anterior, el -1,21 por ciento (-5,46 por ciento en la media nacional), situándonos en 371.400 personas ocupadas en la región.

Por sexo, la pérdida de empleo ha afectado en mayor medida a los hombres, con una disminución de la ocupación masculina de 3.100 personas, siendo de -1.500 en el caso de las mujeres. Esta menor disminución en el caso de la población femenina se ha producido gracias al buen comportamiento del sector primario, con un total de 2.700 mujeres ocupadas más en el trimestre.

El sector que ha perdido más efectivos durante los meses de abril a junio en términos absolutos ha sido el de los servicios con un total de 4.100 personas ocupadas menos. La menor caída del empleo durante estos difíciles meses en la región también hay que vincularla con el sector público. Los datos muestran que los asalariados en la administración pública aumentaron en 2.400 personas frente a una reducción de 8.200 en el ámbito de la empresa privada.

Sin embargo, el dato que más llama la atención de los hoy publicados es el de la población activa, que se ha visto reducida en 19.500 personas respecto al trimestre anterior (un 53% son hombres).

De esta manera el número de personas activas se sitúa en 472.400, la más baja desde el segundo trimestre de 2007, en la etapa anterior a la crisis económica.

Esta importante disminución de la población activa, como ya hemos apuntado, está relacionada con la expulsión de trabajadores a la inactividad como consecuencia directa de la parálisis de la economía por el confinamiento que se hizo necesario por la pandemia y que ha impedido realizar una búsqueda activa de empleo o estar disponibles para ello, influyendo en su clasificación dentro de la encuesta.

Este fenómeno ha hecho que el número de parados se haya reducido en 15.000 personas y que han quedado fuera del mercado de trabajo, con lo que el dato queda distorsionado, ya que no es consecuencia de una creación de empleo sino de una clasificación que realiza la encuesta.

Por otro lado, el dato del paro alcanza la cifra de 101.000 personas en la región, una reducción del 12,93 por ciento respecto al trimestre anterior. Esta cifra está afectada por el efecto antes mencionado sobre la recogida de información antes explicada ya que la caída del empleo se ha trasladado casi directamente a población inactiva, en lugar de a desempleo. La desagregación por sexo muestra una reducción de 7.400 hombres menos en paro y 7.700 mujeres.

De esta manera, la tasa de paro se sitúa en el 21,39 por ciento, dos puntos y dos décimas menos que el trimestre anterior, frente al 15,33 por ciento de la media nacional.

Los datos de tasas por sexos son: 17,83 por ciento en hombres y 25,64 por ciento en mujeres.

Resultados interanuales


La variación anual de las distintas magnitudes que recoge la Encuesta, muestra un panorama bastante preocupante, ya que ya refleja una importante caída del empleo de más de veintitrés mil personas, cuya magnitud en un segundo trimestre del año no la veíamos desde el año 2012.

Las cifras de ocupación revelan una pérdida de 23.500 empleos en la región, lo que supone el -5,97 por ciento, muy en consonancia con la media española (-6,05%).

Por sexos, la destrucción de empleo en los últimos doce meses afectó casi exclusivamente a los hombres con 22.900 menos que en el segundo trimestre de 2019. Las mujeres ocupadas apenas bajaron en 800, gracias a su buen comportamiento dentro de empleo en la industria agroalimentaria.

A nivel general, todos los sectores perdieron empleo con especial incidencia en servicios (-9.900), agricultura (-9.000), seguidos de industria (-2.500) y construcción (-2.200).

Respecto al empleo asalariado, se produjo una caída en el año de 21.400 personas respecto al mismo trimestre del año anterior. Fue el sector privado el que registró esa reducción del empleo en el cómputo interanual, con una bajada de 26.800 personas, frente a un aumento de 5.400 en el sector público, mujeres en su totalidad.

Si desagregamos los datos en función de la temporalidad en la contratación, observamos una importante reducción del empleo indefinido, con 11.200 personas menos en el último año, frente a 10.200 en los asalariados con contrato temporal. De esta manera la tasa de temporalidad en la región se sitúa en el 33,2%, casi once puntos por encima de la media nacional del 22,4%.


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