Ciencia y religión
Escrito por José Luís Arellano Herrera Domingo 10 de Marzo de 2019 00:00
Opinión - José Luís Arellano Herrera
www.nosolomerida.es | Opinión | José Luís Arellano Herrera | Sabemos de antemano que la Iglesia siempre ha ido a remolque de los adelantos y de los acontecimientos científicos, pero esto es cosa añeja; a pesar de ello, no acaba de enterarse, que por mucho que lo intenten sus prelados, la tecnología siempre los adelantará, siempre irá por delante de ellos. Es como la Ley, siempre va detrás de los hechos. Se promulgan las leyes como consecuencia de los acontecimientos; no puede ser de otra forma. Algo parecido le ocurre a la iglesia y no acabarán de enterarse nunca.
Por mucho respaldo de laicos cristianos que tengan, no van a poder imponer sus criterios religiosos, a una sociedad que no deja de investigar y poner en orden sus ideas, sus conocimientos científicos, para el
mejoramiento y el alargado envejecimiento de la vida.
Una cosa, va a ser renunciar a la enseñanza de la religión católica en nuestro país, como un bien y nadie lo pone en duda, aunque ya veremos que ocurre y otra muy distinta, es que la sociedad le dé la espalda a la ciencia y a la tecnología que nos asiste, solo por darle la razón a la religión. Eso no es así.
No se trata de eso y tampoco se trata de favorecer legislaciones o comportamientos contrarios a la ley de Dios y a la moral de la razón humana; no se trata igualmente de llevarle la contraria a Dios, en el intento de organizar nuestra vida a sus espaldas; de lo que si se trata, es de investigar, de ordenar nuestras ideas, de conseguir mejoras físicas con la investigación para salvar muchas vidas en situaciones precarias; en definitiva, lo único que se pretende es alargar nuestra existencia, para cumplir el deseo divino de llegar a ser hombres y mujeres a su imagen y semejanza. Ejecutar su obra divina. Su verdadero deseo.
Así es que, no podemos ni debemos tacharnos de infieles, ni cobardes, ni de estar disfrazando prudentemente ningún aperturismo político en este país, somos sencilla y llanamente hombres y mujeres, con deseos de perpetuarnos en el tiempo y naturalmente de estar relacionados de la mejor manera posible con Dios y nuestros principios, por eso somos libres de conciencia. No saquemos las cosas de quicio. La sociedad, no es tan perversa como a primera vista parece.
La defensa de la vida, la promueve el hombre casi sin darse cuenta, no hace falta organizarse premeditadamente en contra de…, ni de luchar a favor del matrimonio heterosexual, que ya lo tiene asumido el hombre que nace hombre, y el que no…, debe tener libertad para realizarse como persona, como ser humano según sus propios deseos, porque también es libre por orden divina, o no; pero lo que no es de recibo, es que se afirme como se afirmó de forma tan contundente por parte del Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el Cardenal Walter Kasper, que el Gobierno de Rodríguez Zapatero de entonces (elegido democráticamente por la mayoría) “renegara de la herencia histórica y cultural del catolicismo de nuestro país”, como se nos quiso hacer ver. Hay que ser más serio, más respetuoso y más tolerante, con un gobierno que había salido recientemente de las urnas, aunque sus decisiones no fueran las nuestras. ¿Sino que ejemplo estamos dando a los demás?.