Que poco dura la alegría
Escrito por José Luís Arellano Herrera Domingo 31 de Julio de 2016 00:00
Opinión - José Luís Arellano Herrera
www.nosolomerida.es | Opinión | José Luís Arellano Herrera | Me consta que fueron varias las personas que contribuyeron con su esfuerzo, su tesón y su capacidad para negociar, que el Centro Logístico Extremeño de San Lázaro de Mérida empezara a funcionar cuanto antes.
Gracias a D. Fernando Grajera y a D. Jorge Gruart Vila, Directores del Clúster ACENVEX y AEME, que fueron las piedras angulares para la creación de la empresa entre otros…, a quienes les agradecimos su incesante labor en pro de esta ciudad, y no como a otras organizaciones empresariales que aun existiendo no sabemos dónde se encuentran, pero bueno esa es harina de otro costal.
Aquel centro logístico se montó para dar servicio a cualquier industria extremeña que necesitara transportar sus mercancías, y estábamos hablando de casi 600.000 Toneladas de productos netamente extremeños como: Tomates, vinos, aceites, frutales, aceitunas, cerezas, productos ibéricos de chacinería, carnes, cereales, etc., componentes que iban a aumentar nuestras exportaciones anuales.
Para decirlo de manera mucho más fácil y entendible, esto iba a suponer que 40.000 contenedores al año, saldrían de nuestra estación de ferrocarril en Mérida, o que tres trenes diarios lo harían con dirección a diferentes puertos marítimos como Sines, Lisboa (Portugal), Huelva, Algeciras, Valencia, etc.
Naturalmente este Centro Logístico de Transporte no daría trabajo solamente a las personas que allí estaban, sino que además posibilitarían otros servicios como los transportes por carretera, combustibles, restauración, autónomos, empresas de transformación, etc., dando con ello un cambio básico importante para lo que debe ser una ciudad como Mérida, que tiene el mejor centro geográfico de Extremadura y es Capital de la región.
Este gran proyecto iba a permitir que empresas de todo tipo, pudieran venir a instalarse en la ciudad de Mérida, en los polígonos industriales que ya tenemos, como El Prado, EXPACIO-MÉRIDA, Las Palmeras, Reina Sofía, Carrión, la Heredad, la Corchera, etc.
Íbamos a jugar con el respaldo de nuestras exportaciones que también estarían muy por encima de lo que muchos pensaban y nuestros destinos serían el centro de Europa, EE.UU., China y América Latina por un importe aproximado de 1.800 millones de euros, sobre todo después del acierto que supuso mantener relaciones comerciales con nuestro proyecto de la “Plataforma Méridas del Mundo”, a la que tampoco se le da mucha importancia .
Pero se ve, que estamos condenados por no sabemos qué ó quién, para que todos nuestros proyectos, nuestros anhelos y nuestras posibilidades de progreso se vayan al garete sin saber todavía porqué, y aquí se cumple perfectamente el refrán de “Que poco dura la alegría en la casa del pobre”.