La gala de entrega de los Premios Ceres 2014 reivindica la dignificación del teatro

FESTIVAL DE TEATRO CLÁSICO DE MÉRIDA

www.nosolomerida.es | Los trece premiados, entre ellos Concha Velasco, se manifestaron emocionados al recoger el galardón y orgullosos de pertenecer al ‘olimpo’ creativo del mundo escénico, para el que pidieron más apoyo

Mérida vivió anoche la gran Fiesta del Teatro. La ceremonia de entrega de los Premios Ceres 2004 que organizan el Gobierno de Extremadura y el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida concitó en el Teatro Romano a grandes nombres de la escena española que reivindicaron la dignificación de la profesión teatral.

Pasadas las 22:30 horas arrancaba la gala con la que se clausuraba la 60 edición del Festival de Mérida y que condujo un año más el actor y presentador Carlos Sobera, convertido en el emperador Augusto, al que se le homenajeaba por el bimilenario de su muerte. Entre los asistentes un sinfín de caras conocidas entre las que se encontraban Javier Gurruchaga, Miriam Díaz Aroca, Rafael Amargo, Mar Reguera, Marcial Álvarez y Marisol Ayuso y un público entregado y emocionado que aplaudía enérgicamente la aparición de Sobera.

Tras un repaso a los artistas fallecidos a lo largo del año, el Teatro Romano se convertía en el Olimpo de los dioses. Paco Tous como Cupido, Gorka Otxoa bajo la piel de Baco, Natalia Sánchez dando vida a Proserpina y Fernando Ramos interpretando a Vulcano eran los primeros en presentarse al público. Se dejaban ver ataviados de blanco, en mitad de una escenografía en la que redundaba este color: una moqueta clara cubría el pavimento del frente escénico y unos pódiums hacían las veces de asientos para los encargados de dar los galardones.  El dios Apolo interpretado por Unax Ugalde, la diosa Diana bajo la piel de Mónica López, Neptuno encarnado por Ernesto Alterio, Minerva transformada en Pastora Vega, Mercurio en Marc Clotet y la anfitriona Ceres interpretada por Carmen Machi también se presentaron ante las más de 3.000 personas que acogía el Teatro Romano de Mérida.

Tatiana de Sarabia, Premio Ceres de Teatro 2014 al Mejor Vestuario, y Garbiñe Insausti, a la Mejor Caracterización, fueron las primeras en recoger sus galardones. Tras ellas, llegaba el turno de Kiti Mánver que, tras agradecer su Ceres a la Mejor Actriz, declaraba sentirse “muy afortunada y muy privilegiada de pertenecer a ese universo creativo” de Juan Carlos Rubio, autor deLas heridas del viento, espectáculo por el que recibía el galardón.

Max Glaenzel era el siguiente en subir a la escena para recibir su distinción al Mejor Escenógrafo seguido de Valentín Álvarez, Premio Ceres de Teatro a la Mejor Iluminación y dando paso a la primera actuación musical de la noche. Miguel Poveda interpretaba El poeta pide a su amor que le escriba y No volveré a ser joven.

El director de El Periódico Extremadura, Miguel Ángel Muñoz, fue el encargado de otorgar el Premio Ceres de la Juventud a María Ordoñez por su papel de Pánfila en El Eunuco. La actriz, tras agradecer y dedicar su galardón, quiso enviar el mensaje de que “se apostara más por la combinación de teatro e industria porque creo que es muy bueno”. Tras ella, Paco Tous reclamaba a Lluis Homar para entregarle su Ceres al Mejor Actor. El actor de Tierra de nadie confesó que se emocionó al recibir la noticia “por lo que significa este personaje para mí”.

Cuando se acercaba la media noche, el Teatro Romano vivía uno de los momentos más emocionantes de la noche. Hugo Silva salía del patio de butacas para entregar el Premio Ceres del Público solicitando la presencia de los pecholatas, ese término que se acuñó en la era de José Tamayo para designar a los figurantes de las representaciones, apareciendo de entre el público más de una veintena de extras engalanados de color blanco. José Orantos, jefe de edición del diario Hoy, les acompañaba para entregar el Premio Ceres del Público a El Eunuco. “nosotros queríamos hacer una fiesta, pero hicimos un fiestón”, apostillaba emocionado el director del espectáculo, Pep Anton Gómez, quien recogió el premio junto a Pepón Nieto, Antonio Pagudo, Alejo Sauras, María Ordoñez, Jorge Calvo, Eduardo Mayo y Jordi Sánchez.

Verónica Forqué también quiso dedicar unas palabras a los espectadores. “Estos Premios Ceres alimentan la esperanza de que las cosas pueden cambiar, afirmó la presidenta del jurado denunciando la imposición del 21% de IVA cultural y apoyando la actitud del presidente extremeño, José Antonio Monago, respecto a esta imposición. Tras su discurso, llegaba el turno de la actuación de Ana Belén, que interpretó Peces de ciudad y A la sombra de un león.

Como un ser cabreado presentaba Sobera a Neptuno, el encargado de entregar el Premio Ceres al Mejor Autor Teatral en manos de Jordi Galcerán, que agradeció que el jurado se fijase en una comedia a la hora de valorar esta categoría. Tras él, el dios Apolo llamaba a la escena a Magüi Mira para recoger su Premio Ceres a la Mejor Directora. “Soy mujer, no tengo ningún silbato ni me lo voy a comprar”, declaraba exaltada la valenciana con el galardón en sus manos.

Andrea D´Odorico recogía su Premio Ceres de Teatro a la Mejor Trayectoria Empresarial y, en mitad de un discurso reivindicativo, hacía un llamamiento a los gobernantes: “no nos arrebatéis la felicidad”.

La divinidad Ceres vio su presencia duplicada con la entrega del Premio Ceres al Mejor Espectáculo Teatral del año. Carmen Machi, dando vida a la diosa del teatro, entregaba la estatuilla a José Luis Martínez y Miriam Montilla, actores de Misántropo.

Un mapping que recordaba el sesenta cumpleaños del Festival de Mérida, junto a la actuación en conjunto de Poveda y Ana Belén, anunciaba el final de la ceremonia. De detrás de la escena salía Juan Echanove dando vida al dios Júpiter. “Mi maestra, mi amiga, mi querida Concha Velasco” fueron las palabras que le dedicó a la carismática actriz que salía a recoger el Premio Emérita Augusta. Un interminable aplauso no le dejaba comenzar un discurso que arrancaba con una infinidad de agradecimientos y una felicitación a Jesús Cimarro, director del Festival, “porque gracias a ti hemos recuperado algo que habíamos perdido”.  Concha, emocionada, narraba como le pidió a Cimarro actuar en la escena del Teatro Romano y confesaba ser de las que “llaman a las casas de los productores”. Además, la carismática actriz quiso aprovechar la ocasión para felicitar al Gobierno de Extremadura por “hacer por Extremadura lo que ni los profesionales nos podíamos imaginar”.

Tras recoger el galardón, Concha pasó por la sala de prensa para hacer un breve encuentro con los medios de comunicación. “Tenía un Goya de Honor y ahora tengo un Emérita Augusta”, exclamaba. La actriz, que se encuentra trabajando ya en Olivia y Eugenio, su próximo proyecto, se refirió a su papel de Hécuba, un personaje que, hasta su paso por el Festival, no había sido representado en el certamen.

Un mapping en forma de pastel de cumpleaños para celebrar el 60 aniversario del Festival de Mérida y la foto de familia de todos los premiados y entregadores sobre el escenario, inmortalizada por miles de móviles del público a petición del propio Carlos Sobera, pusieron punto y final a la tercera ceremonia de los Premios Ceres, a una noche llena de emociones con sabor a despedida hasta 2015 .


Los Premios Ceres

En total son trece premios Ceres cuyos ganadores se seleccionan de entre todas las producciones escénicas españolas que se han estrenado entre el 21 de julio de 2013 hasta el 19 de junio del 2014.

Las categorías son: mejor espectáculo teatral del año, mejor director de escena, mejor guión, mejor actor, mejor actriz, mejor escenógrafo, mejor iluminador, mejor vestuario, mejor caracterización, mejor trayectoria empresarial, Premio Emérita Augusta a toda una vida y dos referidos al Festival de Mérida: Premio del Público  y Premio de la Juventud.

 

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