Trazabilidad sobrecogedora
Lunes 21 de Enero de 2013 02:48
www.nosolomerida.es | OPINIÓN | PENÏNSULA HISTÉRICA | La trazabilidad de los sobres; eso es lo que importa. Mucho más que el cuánto, interesa saber el quién, el cuándo, el dónde y el cómo: todas las uves dobles del periodismo —in english, of course—, una detrás de la otra. Porque uno se malicia que los sobres sin remitente de Bárcenas escondían mucho más que un puñado de machacantes: ocultaban una manera de hacer (y vivir de la) política que venimos sufragando desde antiguo los ingenuos participantes en ese engañabobos que un día nos vendieron como democracia. Y no espera uno que las aclaraciones vengan de aquellos que son juez y parte en el tinglado de los eurofajos, esos que alardean de pulso firme con la boca pequeña mientras esconden, maniatados, su tembleque tras el atril. El canguelo generalizado amenaza con llevarse por delante la (fingida) estabilidad del Partido Popular, pero su mandamás ni se inmuta: incluso uno de sus correligionarios, el ripioso Monsieur de Sans-Foy, ha ilustrado el tancredismo de Rajoy con un insulso cuarteto: "Mariano ni adelanta ni se atrasa, / no cambia de lugar ni de postura. / Ocurra lo que ocurra… no se apura, / no huele, no se nota, no traspasa". Alguien ha insertado un petardo en salva sea la parte del presidente y la mecha arde sin que su señoría se dé por aludida. Lo bochornoso será que, cuando quiera sacárselo de encima, el petardazo le habrá cubierto de mierda hasta las cejas. Debería dejar el asunto en manos del doctor Vara, que se ofrece voluntario para practicar a los corruptos "cirugía sin anestesia". El imprudente exbellotari, veterano devoto de Nuestra Señora de las Sandeces, propone para los sobrecogedores "endurecimiento de penas equivalentes al asesinato": dice que ellos matan "la confianza de los ciudadanos", aunque peor es lo suyo: casi nos mata de la risa.