El profesorado de la concertada: los grandes olvidados de la LEEX

Opinión - Víctor Rodríguez

 

OPINIÓN | El día 4 de junio de 2008 el Partido Popular manifestó su satisfacción por el documento que había consensuado con el PSOE como base de la futura Ley de Educación de Extremadura (LEEX), en el que se abogaba por la calidad, la igualdad de oportunidades y la libertad como principios básicos. Su portavoz en Educación, César Díez Solís, precisó que el PP había tenido que renunciar a algunas demandas, como que se reconociera la homologación retributiva para los profesores de la educación pública y la concertada.

En noviembre de dicho año, José Antonio Monago asume la presidencia del PP de Extremadura y manifiesta reiteradas veces (la última vez fue el pasado 29 de octubre en Mérida y ante todas las organizaciones que asistimos a la reunión convocada por dicho partido sobre la LEEX) que defenderá la homologación que su antecesor (Floriano) no incluyó en el documento base. Es cierto que a lo largo de estos dos años y medio han hecho defensa de la homologación en la Asamblea de Extremadura, tanto en las distintas comisiones de Educación como en los debates de Pleno, mediante preguntas e interpelaciones. Y dicen que también lo han hecho en el marco de la negociación política con el grupo parlamentario socialista.

 

A esta posición de Monago se ha unido, y como acicate para que todo no acabara como estaba previsto en 2008, el hecho que los parlamentarios socialistas catalanes aprobaran en 2009 la Ley de Educación de Cataluña con calendario de homologación incluido. Pero al final, el acuerdo del jueves pasado entre Vara y Monago excluye la posibilidad de recoger el calendario de homologación en la ley educativa.

"En el texto pactado con el PP, seguramente la educación concertada queda perfectamente bien", dijo la consejera de Educación el pasado 11 de noviembre. Eva María Pérez hablaba de dotar de medios, recursos e instrumentos a los centros concertados para garantizar la calidad educativa, la cohesión social y la igualdad de oportunidades. Nosotros valoramos sus palabras, y consideramos que por fin se nos trataría como profesorado de primera. Nos confundimos; no se estaba dirigiendo a los trabajadores de la enseñanza concertada, sus palabras eran para otros estamentos de la concertada.

Se incrementa la financiación educativa en 57 millones de euros anuales (además de los 1.563 millones de euros en ocho años de Memoria Económica que acompañarán a la Ley) a la vez que se nos niega la homologación retributiva, sabiendo que la homologación con interinos escasamente superaría el 10% del incremento adicional señalado. Se niega la homologación de jornada lectiva del profesorado de secundaria para situarla en 21 horas lectivas semanales, sabiendo que bastaría con incrementar la plantilla en 131 profesores; también niegan la homologación de los complementos de formación. Todo ello es negado, a pesar de que habría un calendario flexible de aplicación y que lo demandado escasamente incide en el total presupuestado. La exclusión no es por razones económicas, son de otro tipo. Golpean a fantasmas ideológicos en el trasero de los profesores de la concertada. Son razones con raíces profundas, pero nunca pensamos en ADECEX que serían compartidas por Vara.

Lamentamos profundamente que Vara haya frustrado nuestras expectativas reales de alcanzar la homologación con la primera ley de educación extremeña. Era el marco idóneo para el merecido reconocimiento social del profesorado que presta el servicio público educativo en la concertada. Vara, nunca más tendrá otra oportunidad como esta. Otros, pronto nos vendrán con el reclamo electoral de la homologación, vía política o sindical; y aparecerán acuerdos laborales que eternizan la homologación, pero se muestran rentables electoralmente. Nosotros "seguiremos adelante" como siempre pedía Marcelino; porque podrán "vencernos, pero no convencernos". No debemos quedar impasibles ante esta cruel, por injusta e innecesaria, exclusión.

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