Vigilancia canina

Opinión - José Luís Arellano Herrera

www.nosolomerida.es | Opinión | José Luís Arellano Herrera | Hace muchos años que por razones que no vienen al caso, tengo entre mis aficiones la buena costumbre de escribir artículos de opinión (siempre de manera altruista claro está) para hacer pensar a los que no lo hacen nunca…, a otros para poderles puntualizar conceptos que seguramente los tienen olvidados, o no quieren recordar…; pero casi siempre o la mayor parte de las veces, para reivindicar cosas que puedan beneficiar a mi ciudad, o para aclararles las ideas a todos aquellos, que teniendo la obligación de preocuparse por los demás, olvidan los asuntos que más interesan a la ciudadanía.

Y viene a cuento esto, porque el otro día leí que en Cáceres y en la ciudad de Colmenar el Viejo (Madrid), sus Ayuntamientos han puesto en funcionamiento el servicio de una vigilancia particularmente para los perros, unos privatizando el servicio y otros a través de la Policía Local de “paisano”; sobre todo cuando salen de paseo con sus dueños y necesitan hacer sus necesidades; sancionando adecuadamente a sus propietarios, sino se responsabilizan de la limpieza ocasionada por el animal.

Yo entiendo que los perros aportan compañía, felicidad. Proteger y hacer una vida junto a un perro es para mucha gente, una vida llena, porque pueden conseguir una vida más agradable; pero la limpieza, la buena educación, los principios, el sentido y el deber ciudadano, debe obligarnos a mantener conductas de buena urbanidad.

Por esa misma razón yo considero que los dueños de estos animales, deben cumplir las ordenanzas o normativa municipal, en el sentido de que hay que tenerlos censados, pasearlos con sus chips identificativos, llevarlos sujetos con bozal y sobre todo y por encima de todo concienciarse de la necesidad de recoger en el acto los excrementos que segregan y expulsan.

Y vine a cuento esto, porque Mérida es Patrimonio de la Humanidad, y no se puede permitir el abandono que se está permitiendo en esta materia en donde resulta casi imposible dar un paso sin encontrarte excrementos poco atractivos y seguramente con el importe de las sanciones arreglábamos otras cosas; no en balde Mérida tiene un 31,2% de parados.

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