Agentes de la abstención de IU
Domingo 26 de Junio de 2011 20:54
Nosolomérida, sobre la base de lo manifestado hoy por Willy Meyer: “Lo que sí constato hoy es que hay una parte en Extremadura que está fuera de la organización de IU. Y otra, que sí es el futuro de la formación”, y teniendo en cuenta lo que ahora recogemos de Manuel Cañada, presiente una situación de grave crisis en IU. Toda vez que los que han ganado el proceso de la abstención no amparan ni a la Federal ni a la dirección regional. Además, ya empezamos a visualizar agentes dinamizadores de la abstención, antes, durante y después del 22M
En el artículo Plazas que disuelven cortijos, Manuel Cañada, quién era el secretario general del PCE y coordinador de IU Extremadura en 1995 (año en el que el PSOE no obtuvo mayoría absoluta e IU con seis diputados tenía la llave de la gobernabilidad) expresa su opinión sobre el proceso que vive actualmente Izquierda Unida de la forma siguiente:
Introducción.-Las bases de IU se revuelven contra otro límite, el de ser la fiel infantería del PSOE, condenada a auxiliarle en las situaciones de apuro electoral, aunque esa subalternidad contradiga a su propia formación política como alternativa. El círculo vicioso de la asistencia automática a uno de los pilares del bipartidismo y de la democracia-falacia se rompe. Se terminó el "sota, caballo y rey". Los años de plomo, el tiempo de la resignación toca a su fin
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1.-La caprichosa aritmética parlamentaria sumada al crecimiento en votos otorga a IU Extremadura la llave para decidir el gobierno regional. Por primera vez, tras 28 años, el PSOE no es el partido más votado. En los despachos del poder y en las redacciones se activa el dispositivo de seguridad previsto para estas ocasiones, la campaña de la pinza. Pero algo falla, parece que se detecta una resistencia excesiva en las bases de IU. Entonces, se ponen en marcha diversas medidas para hacer entrar en razón a los cerriles militantes extremeños.
Se hará una consulta entre los afiliados, pero, eso sí, no vinculante. Muchos de ellos hacen ver la contradicción entre exigir democracia real en el país y practicar la soberanía limitada en el interior de la organización; pero por esa rendija de participación se cuela, imparable e inapelable, la voluntad de la gente: el 80% se pronuncia por la abstención. Desde arriba se orquestan todo tipo de maniobras para torcer la opinión de los "amotinados": la dirección regional se inventa el voto ponderado para que pese más el voto de los afiliados de la ciudad que el de quienes viven en los pueblos; el secretario regional de CCOO reclama en entrevista ex profeso que "IU tiene que pringarse"; los principales medios de comunicación regionales o el periódico Público reciben clases aceleradas del Grupo Prisa, decano en la nauseabunda teoría y orquestación de la pinza: todos insisten a coro en las calamidades que sobrevendrían si los obtusos militantes persisten en su empecinamiento. Parece que poco a poco se van venciendo las resistencias; para acabar de doblegarlas, a la carrera se elabora una propuesta programática de "12 mandamientos" que parece facilitar la respuesta favorable de Vara, y ésta se produce con la solemnidad y mesura apropiadas... Pero ni por esas, los testarudos no aflojan; supuran rencor, dice la versión oficial, por los desencuentros históricos entre las dos organizaciones. A la desesperada, el mismísimo Cayo Lara y un puñado de dirigentes "federales"-o, por mejor decir, coloniales- aterrizan en Extremadura para imponer su criterio, violentando la decisión de las bases... pero salen con el rabo machado.
El coraje de los militantes extremeños termina con un régimen clientelar de tres décadas y, de paso, sin proponérselo, abre un debate sobre el grado de independencia real y sobre el sentido del proyecto de IU.
2. Un régimen de poder ha terminado en Extremadura. Treinta años caracterizados por el neoliberalismo económico, el populismo político y el clientelismo social. El pacto entre los arribistas de los dos bandos que supuso la transición política (Rafael Chirbes) en Extremadura se tradujo en la modernización y legitimación del "cortijo". De Jarrapellejos a Alfonso Gallardo: del derecho de pernada a la naturalización del clientelismo y la arbitrariedad. Del cortijo autosuficiente a las subvenciones millonarias de la Unión Europea y la inversión en bolsa.
Una nueva élite política y económica que entroncaba y se renovaba a partir de la sólida red caciquil y de poder existente durante todo el franquismo. Vara y Francisco Fuentes, dos de los hombres fuertes del PSOE extremeño, constituyen una esclarecedora metáfora de ese proceso. El primero llega a presidente de la Junta tras ser afiliado durante 10 años del PP, hasta su captación por vecindad con Ibarra. El segundo, procedente del falangismo, es el tío del principal empresario de la región que ha hecho su fortuna a la sombra de la Junta de Extremadura.
El partido que llegó al poder autonómico aupado en la lucha contra la central nuclear de Valdecaballeros es desalojado cuando pretendía usar Extremadura como un basurero para refinerías, térmicas y cementerios nucleares. La lucha constante e inteligente de esos rebeldes que según Ibarra "no son nadie", y cuya mejor expresión ha sido la Plataforma Ciudadana Refinería No, ha sido decisiva en la derrota del PSOE. Pero, como recordaba con ironía Saramago, muerto el perro sólo se acaba la rabia de ese perro, la rabia sigue. La rabia del neoliberalismo y del clientelismo sigue, ahora con otros protagonistas. Sería absurdo esperar del PP la regeneración democrática o una política social. Es la otra rama del partido del poder económico en Extremadura, obedece a los intereses de la clase dominante y a una ideología reaccionaria. La izquierda alternativa y los movimientos sociales tendrán que enfrentarse a su política desde el principio.
3. "O estás en un lado o en el otro, pero no se puede estar en misa y repicando", dice Ángel Pérez, concejal de IU en el Ayuntamiento de Madrid, defendiendo al alcalde Gallardón, después del abucheo recibido por parte del movimiento 15M. O estás con la institución o con el movimiento. La declaración de Pérez tiene la virtud de verbalizar las contradicciones de la política oficial de IU, de hacer palpable que el "Que no, que no nos representan" también va con ella, con su enroque institucional.
IU está instalada en el sistema de representación y el politicismo, ensimismada en su mundo de escaños y ruedas de prensa. Por eso, sus llamamientos a la refundación o a la convergencia social suenan tan rutinarios o insinceros. Su práctica contradice su discurso. El advenimiento del 15M y la insumisión de las bases extremeñas alumbran los límites de su política actual. Los contrapoderes se construyen en la calle, la alternativa ha de romper sus dependencias con los pilares del bipartidismo.
Hace algunos años, Fausto Bertinotti, que fuera dirigente de Refundación Comunista, planteaba al calor de la irrupción del movimiento antiglobalización una perspectiva que quizás sea, a estas alturas, la única transitable y deseable: "La construcción del nuevo sujeto transformador es el tema crucial para la salida de izquierda de la crisis de la política y de la crisis del movimiento obrero. Este compromiso exige desplazar el centro de gravedad de la política desde las instituciones y las fuerzas políticas a la sociedad y los movimientos, es decir, desde la representación a la organización directa de la vida y de las relaciones sociales."
Conclusión.-El vendaval en IU Extremadura, abren un "campo de posibles insospechados". La palabra revolución ya sólo se escuchaba en los anuncios publicitarios y ahora ha vuelto a las plazas, sin solemnidad pero con determinación. "No es botellón, es revolución", dicen los carteles de la acampada. La cuestión es, como plantea Santiago López Petit, "si nos atrevemos a pasar de indignados a revolucionarios"