Malvaluna exige al Gobierno de Acedo la reapertura del servicio de atención a víctimas de violencia de género en Mérida
Viernes 09 de Enero de 2015 12:30
www.nosolomerida.es | Que en nuestro país cada año más de 50 mujeres sean asesinadas por sus parejas o ex parejas, que cada año más de 40000 mujeres sean maltratadas, que en Mérida cada año 200 mujeres necesiten protección policial o asistencia psicológica como consecuencia de la violencia que viven en sus hogares, debía ser más que suficiente (una sola debía bastar) para que las Administraciones públicas pusieran todas sus energías en prevenir la violencia contra
las mujeres y atender adecuadamente a quienes la sufren.
Sin embargo, pese a la gravedad de la situación, el Ayuntamiento de Mérida ha decidido interrumpir el servicio de igualdad y de asistencia ante la violencia de género. Esta decisión viene a suponer el culmen de una actuación municipal caracterizada por la constante reducción de servicios en esta materia y el desprecio hacia el trabajo que las Organizaciones de mujeres venimos realizando en prevención de la violencia y asistencia a las víctimas. A lo largo de la legislatura cada vez se presta menos horas de atención y se destinan menos recursos económicos, aún sabiendo que acabar con la violencia solo es posible si se avanza en igualdad.
La violencia de género es una grave violación de los derechos humanos, la asistencia a las víctimas constituye un derecho fundamental, de tal manera que interrumpir la terapia de las mujeres o denegársela a las que necesitan iniciarla supone una gravísima decisión por la que la Delegada de Igualdad y el Delegado de Personal deben asumir la responsabilidad política.
Con las víctimas de violencia no puede jugarse, ni someterlas a periodos de cierres ni dejarse sin atención por una mala actuación municipal, pues esto solo contribuye a incrementar el dolor.
La Asociación de Mujeres Malvaluna exigimos al gobierno del PP de Mérida la inmediata reapertura del servicio de atención a víctimas de violencia de género evitando tomar decisiones que supongan una victimización secundaria.
