Monago la "lia" nuevamente con la venta del "Palacio Presidencial" en Mérida
Sábado 29 de Noviembre de 2014 13:57
www.nosolomerida.es | La Voz Regionalista | Ángel Ávila | Es increíble el gusto que le ha tomado el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, a ejercer de “trilero más que de mago” -intenta una y otra vez enfocar la atención en temas que no son el problema principal-. Pero por mucho que quiera esconder “la bolita” o por muchos vasos que utilice para despistar a los extremeños, está claro que la “bolita” existe y aunque algunos no sepan en qué lugar la ha colocado, lo cierto que la bola “está en su tejado” y es el único que puede dejar de enfangar el entorno político por
sus viajes a Tenerife.
El Pleno nº 90 de la Asamblea de Extremadura acogía una comparecencia del Presidente de la Junta de Extremadura ante el Pleno a petición propia, a los efectos de informar detalladamente sobre su labor como Senador Autonómico Extremeño, y sobre las iniciativas que el Gobierno de Extremadura está impulsando en materia de transparencia y contra la corrupción. De forma altanera Monago ha comenzado: “Como dice el poeta, en este mundo sin sueño y sin cielo desde que nacemos nos caemos por las escaleras, porque no hay olvido, ni sueño, sino carne viva.
Si alguien cierra los ojos, exigen azotarlo. Al valiente que le duele su dolor debe dolerle sin descanso, nos dicen, y el débil que teme a la muerte deberá llevarla siempre sobre sus hombros.
Pero en este mundo sin sueño y sin cielo…” Si, el tema que los extremeños queríamos saber es si los viajes que ha realizado a Tenerife eran o no cuestiones del Senado, o por lo contrario personales. Si eran personales no debería haberlos pagado con dinero de los españoles, si se demuestra esto debería dimitir.
Como dice el poeta, ah no, como dice Monago y en un nuevo truco de fulero ha conseguido, o cuanto menos intentado, desviar la atención de sus viajes a una venta hipotética de la casa de los presidentes (Palacio Presidencial, para él) de Extremadura, ubicada en Mérida.
El no vive en ella porque ha preferido hacerlo en su casa de Badajoz, una “chabola” de casi medio millón de euros. Llegará un nuevo presidente al Gobierno de Extremadura que seguramente no tenga esa casita para vivir. Conozco muchos jubilados que después de toda una vida trabajando duro y honradamente viven en un hogar con menos de 90 m2. Cualquiera de ellos podría haber sido presidente y una de dos: o a los agentes de seguridad les hubieran tenido que ceder una habitación para preparar todo lo relativo a la seguridad o habrían tenido que estar en algún rellano, molestando así a los vecinos. Desde aquí le preguntamos al presidente de Extremadura
¿Cómo está adecuado el espacio que utilizan los agentes de seguridad para ejercitar sus funciones de trabajo? ¿Cobran dietas y desplazamiento?
¿Los conductores cobran dietas y desplazamientos? ¿Tienen algún espacio adecuado en su residencia particular?
¿Eliminando el gasto de una vivienda que ya existe, qué cantidad le cuesta al erario público que Monago viva en su casa particular?
¿Por qué solo renuncia a la vivienda y no a la escolta, a los conductores, a los asesores… cuando se va a su vida cotidiana?
¿Por qué cuando va a su residencia tiene privilegios de presidente y cuando le apetece no?
¿Por qué se tienen que aceptar los caprichos de un presidente, esto sí esto no?
¿A algún extremeño le interesa si tiene o no parabólica?
¿Tiene algún interés político que Monago coma de pie o sentado en sus desplazamientos?
¿Si viviera en Mérida tendría que comer unos sándwich en Presidencia o podría ir a comer a su casa?
Lo verdaderamente importante es si ha gastado o no dinero de todos los españoles para irse a Tenerife y eso anda revuelto entre tarjeta pública y tarjeta privada. ¿Si es mentira lo que dice Público por qué no les ha denunciado ya?
Esperemos que todos los emeritenses de nacencia o adopción tengan claro que Monago ha llegado con la intención de vejar una y otra vez con sus acciones y verborrea a nuestra ciudad.
Los emeritenses debemos decirle muy claro a este personaje antiemeritense que no vamos a consentir que utilice una ciudad bimilenaria para “esconder sus pesadillas”.
