¡Por caridad señorito (Rajoy), tengo hijos y no puedo darles de comer!
Jueves 19 de Julio de 2012 13:35
www.nosolomerida.es | CARIDAD | Ayer leía esta nota, acompañando una noticia sobre las toneladas de alimentos para la caridad, de quien me permite escribir con plena libertad de lo que quiero y como me da la real gana. Sirva desde aquí mi agradecimiento. Pero esta frase, la nota completa me ha llenado de sensaciones, de hondas y profundas sensibilidades y recuerdos cuando leía bastas historias de la España más profunda, de los Barea, Baroja, Azorín, Unamuno, Inclán, Ibañez … , y por traer a
la mente me quedaré con Barea, Arturo.
Esa infancia degollada por los trabajos más inhumanos, infrahumanos, soportados estoicamente por la sociedad española, mientras los grandes (tiranos) de la nación se jactaban de opíparas viandas en su devenir diario. Cuantos más pobres más “tirano(s)” aunque sean menos.
Que no les quepa la más mínima duda que la situación a la que nos están llevando está consiguiendo “la forja de un rebelde”, la de muchos. Esperemos que quienes se vean obligados a salir sea solo por circunstancias de trabajo y no nos veamos abocados a una salida masiva por otras historias o circunstancias que se puedan originar. ¡Que no se repita la historia!, parte de la historia.
Ya que el Guadiana pasa por Mérida me gusta mirar los peces y aunque no se dejen ver, Rajoy también anda escondido, le hará una ligera recomendación. Sr. Rajoy, (presidente de todos los que le han votado y arrastrado por tal circunstancia a la mayoría absoluta, también ejerce el mismo trabajo para los que sabíamos que nos arrastraría hasta lo más hondo del fango, y no le votaremos nunca) haga unas visitas por todas las provincias españolas, realice paseos de relax e intercambie opinión con los ciudadanos, vaya libremente solicitando la opinión de los, cada día más pobres, ciudadanos de este país que tan lamentablemente está gestionando. Seguramente escuche algo muy común actualmente ¡Rajoy dimisión!
NOTA de nosolomerida.es Los poderosos están en sus anchas, campeando con la caridad en vez de solucionar los problemas de la sociedad. Vergüenza (o sinvergüenzas) de gobernantes que nos están llevando a tiempos pasados. ¡Por caridad señorito, tengo hijos y no puedo darles de comer!
