La consigna de Pedro Sánchez

Opinión - José Luís Arellano Herrera

www.nosolomerida.es | Opinión | José Luís Arellano Herrera | Quería haberle felicitado personalmente por carta, pero este tipo de felicitaciones son más suculentas cuando se realizan en un medio público, en donde afortunadamente se pueden hacer sin temor, gracias a la libertad de prensa que al menos en este medio vamos  a  seguir disfrutando.

Y sinceramente si a mí me hubiesen dicho que el día uno de Junio que por cierto era mi cumpleaños, que a Rajoy le quedaban horas en el cargo y que sería sustituido por Pedro Sánchez Pérez-Castejón, no me lo hubiese podido tomar en serio, esto es mucho más de lo que nadie esperaba.

Sé y lo entiendo perfectamente que muchas personas no lo hayan podido encajar adecuadamente, pero es que cuando se cometen errores de bulto tan a menudo y durante tanto tiempo, al final termina la gente cansándose y procura buscar fórmulas y medios con los que se pueda vivir dignamente y esto sin entrar a valorar  quien o quienes  hayan sido los culpables de tanta desvergüenza, pero haberlos haylos.

Pero lo más importante es que al final lo ha conseguido. Primero lo intentó en 2016 cuando Podemos no quiso investirlo Presidente porque no lo consideraron suficiente, pero en cambio si consiguieron  su dimisión como Diputado por dignidad personal; más tarde la conspiración de algunos de sus compañeros de partido considerándolo insuficiente, nimio o excesivamente altivo; luego y por méritos propios, supo ganarse la confianza de toda la militancia socialista incluso “mojándose” como en Mérida, en más de un mitin por toda España y ahora ya por fin la Moncloa, gracias a la mayoría de esos 180 votos que ha conseguido de manera  inteligente.

Y aunque muchos no lo quieran entender, pienso que todos los políticos han dado sus votos de manera sabia y han actuado de forma responsable, lo que ocurre es que la política es lo que es, y cada uno la ve de una manera, pero lo racional hoy por hoy era sacar a Mariano Rajoy de la Moncloa (que ya era hora) y esperar a que se produzcan  nuevas  elecciones para conseguir una “democracia no dictatorial”, que era dicho sea de paso lo que estábamos viviendo en el día a día con todas las manifestaciones  ciudadanas.

Por esa razón desde siempre hemos opinado que si la izquierda no se une, malamente íbamos a poder salir del atolladero en el que nos encontrábamos y sobre todo cuando Ciudadanos ha pretendido hacerle el “sorpasso” al Partido Popular, pensando que  con unas elecciones anticipadas lo iban a conseguir  sin más.

Y ahora una vez logrado el gobierno de los socialistas, aunque solo sea con sus 84 diputados. ¿No deberíamos contemplar la posibilidad de incrementar las fuerzas progresistas incluyendo naturalmente a Podemos y al resto de los partidos con esa ideología?. Naturalmente la colaboración con todos ellos no debe significar ningún cambio de actitud para nadie, porque lo único que se pretendía en España era quitar del medio a los conservadores para poder solucionar debidamente los muchos y grandes problemas  que nos  acuciaban.

Somos muchos los que deseamos disfrutar la apuesta por la ilusión que se ha generado con la salida de Mariano Rajoy de La Moncloa, por eso pedimos a todos los partidos de izquierda que sean leales y mantengan la ilusión al equipo de gobierno de Sánchez, que no es poco, porque lo único que pretende es transformar este país que buena falta le hace, y recordemos que este no es el Gobierno del cambio; es un Gobierno  de transición para lavarle la cara y poder mirar de frente.

Y para más “inri”, Pedro Sánchez ha tenido hasta la valentía de nombrar un gabinete mayoritariamente feminista y no solo porque sean mujeres las que van a desempeñar las carteras más difíciles que normalmente la han llevado hombres como las de  Hacienda, Economía, Exteriores, Justicia, Interior o Defensa, sino que además están más que valoradas personalmente por la ciudadanía en el ámbito nacional.

Por eso y por mucho más, me gustaría pedirle a los Sres. Iglesias, Garzón, Errejón, Echenique, etc., etc., que ayuden, que no incordien porque no les faltará tiempo para conseguir puestos de relevancia política; ahora es tiempo de empujar para ayudar, lo otro no vale, las irrelevancias  suelen ser  posturas  de otros.

 




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