La placa “del Caudillo”

Opinión - Víctor Rodríguez

www.nosolomerida.es | Opinión | Víctor Rodríguez | Este sábado nos hemos desayunado con el titular de una noticia en la portada del diario HOY que en estricto sentido no se ajusta del todo a la verdad. Recoge lo siguiente: “Rompen en Guadiana del Caudillo la placa que recuerda su fundación con la visita de Franco en 1951”. En página interior amplía la noticia de la forma: “Arrancan la placa que conmemora la inauguración de Guadiana del Caudillo por Franco”.

El asunto es lo suficientemente serio y relevante como para dejar claro desde el primer momento que no me refiero a la cuestión de si rompieron o arrancaron la placa de marras como argumento para señalar que los titulares de la noticia no se corresponden en estricto sentido con la verdad. Medias verdades, verdad sesgada, suele denominarse.

Considero que el texto de la placa explica claramente su objetivo. Razón de ser, que bien podría haber sido contrastada por quienes informaron del citado asunto.

FRANCISCO FRANCO BAHAMONDE, JEFE DEL ESTADO ESPAÑOL, AL VISITAR LA ZONA REGABLE DE MONTIJO EN EL MES DE MAYO DE 1951, INAUGURÓ LA PRIMERA FASE DE CONSTRUCCIÓN DE ESTE PUEBLO QUE SE DENOMINA GUADIANA DEL CAUDILLO, COMO MODESTA OFRENDA A SUS CONSTANTES ENTUSIASMOS EN PRO DE LA LABOR COLONIZADORA”, es lo que dice la placa.

Quienes informan conocen seguramente lo que recoge la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura. Saben que sobre “Símbolos y monumentos públicos”, artículo 15, señala. 1) “Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas”;  2) “Lo previsto en el apartado anterior no será de aplicación cuando las menciones sean de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados, o cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley”.

Y todos sabemos que no es lo mismo infringir la Ley porque no ampara ninguna de las excepcionalidades que recoge la propia Ley que saltársela a sabiendas; que no es lo mismo que la placa conmemore la inauguración de Guadiana del Caudillo o que la placa sea una mención inequívoca de exaltación a Franco. También que no es lo mismo que te retiren las subvenciones o ayudas públicas o que no.

Las informaciones sobre supuesto enaltecimiento del terrorismo en teatro de ficción han acabado con los huesos en la cárcel durante cinco días de dos titiriteros. En un primer estadio hubo cierto desconcierto, pero en la medida que la ciudadanía se fue acercando a la verdad cambió todo y los titiriteros fueron excarcelados.

Libertad de expresión e información contrastada, caras de una misma moneda. Información veraz y que cada palo aguante su vela. Solo nos faltaba que a la rampante corrupción le tuviéramos que añadir dosis de manipulación informativa sobre asunto que tiene tantas, millones, de víctimas.

Nota singular. A comienzos de la democracia desapareció placa similar en pueblo vecino y fue sustituida por otra que dice. “EL 11 DE OCTUBRE DE 1948 UN GRUPO DE COLONOS, OBREROS Y DIVERSOS PROFESIONALES SE INSTALARON EN ESTE LUGAR Y CON SU ESFUERZO Y EL DE SUS HIJOS LABORAN CONSTANTEMENTE EN EL PERFECCIONAMIENTO Y PROGRESO DE NUESTRO PUEBLO: VALDELACALZADA”

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